Si no les digo cómo deben alimentarse, ¿qué comerán?

La alimentación postoperatoria como pilar en cirugía odontológica

 

1. Después de la cirugía, el cuerpo pide más y a veces no lo recibe

 
Tras una cirugía oral, empieza una carrera interna: inflamación, reparación de tejidos, remodelado óseo… y todo eso tiene hambre. El cuerpo necesita:
• proteínas (y colágeno) para construir matriz y cicatrizar;
• minerales como calcio, fósforo y magnesio para regenerar el hueso;
• vitamina D para facilitar la absorción y actividad mineral;
• antioxidantes para mantener el ritmo correcto de reparación sin exceso de inflamación.
 
Pero el paciente muchas veces come poco (dolor, miedo, hinchazón) o come mal (purés pobres en nutrientes). Entonces, la biología no tiene con qué trabajar.
 

2. ¿Y si, además, no tienes un plan de alimentación?

 
Como odontólogo, si no presentas una guía nutricional clara:
• el paciente improvisa: lácteos azucarados, galletas blandas, batidos rápidos… o ayuna.
• todo eso ralentiza la cicatrización y compromete el éxito del implante.
 
En otras palabras: sin control nutricional, la cirugía no va acompañada de los recursos que necesita para “cerrar el círculo”.
 

3. Solución: acompañar la cirugía con nutrición y suplementación adecuada

 
Aquí es donde entran OSTEOIMPLANT y OSTEOIMPLANT COMPLEX, diseñados para cubrir ese vacío funcional de forma inteligente:
 
OSTEOIMPLANT = matriz + minerales + vitamina D
• Colágeno hidrolizado, para dar soporte a los tejidos blandos y la herida, además de formar parte de la estructura ósea.
• Calcio (de cáscara de huevo), fósforo y magnesio, como bloques fundamentales para la construcción del hueso.
• Vitamina D3, clave para activar la absorción de estos minerales y promover su uso eficiente en el hueso.
 
Juntos, estos nutrientes aseguran que el implante tenga un entorno biológico sólido desde el primer día, especialmente si la dieta no es perfecta.
 
OSTEOIMPLANT COMPLEX = refuerzo antioxidante y vascular
 
En casos más exigentes —cirugía compleja, pacientes con comorbilidades, fumadores o alta inflamación— se añade COMPLEX, que contiene antioxidantes y cofactores para:
• reducir el estrés oxidativo (exceso de radicales libres frena la cicatrización);
• potenciar la angiogénesis (formación de nuevos vasos, vital para nutrir la zona);
• modular la inflamación y apoyar un cierre más limpio.

5. Comunicación clara: odontólogo y paciente en sintonía

 
A tu paciente le puedes decir:
 
“Tu cuerpo está reparándose, y ahora es cuando más necesita nutrientes. Si no puedes comer bien, estas cápsulas son como el ‘combustible’ para que la herida cicatrice, el implante se ajuste y todo vaya bien. No es solo cirugía, también es nutrición inteligente”.
 
Y al odontólogo:
 
“Completemos la cirugía con un protocolo nutricional que asegure que lo que sucede fuera de la clínica no boicotea lo que hemos hecho dentro. OSTEOIMPLANT como base, y si hay riesgo, añadimos COMPLEX para cerrar el ciclo.”
 
 
Resumen final: el control nutricional como parte de la cirugía
 
La implantología moderna no termina con retirar la sutura. Empieza tras la última gota de anestesia. Y para que la biología tenga lo que necesita:
• necesitas guiar al paciente sobre qué comer;
• necesitas ir un paso más allá con suplementación específica;
• y necesitas que el protocolo sea claro, compartido, y entendible por ambos (profesional y paciente).
 
OSTEOIMPLANT y OSTEOIMPLANT COMPLEX no son un extra, sino la garantía de que lo que empieza bien aquí, termina bien allá.

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